25 de julio de 2011

MEDIDAS DE SEGURIDAD


Cuna Corral.


Principales medidas de seguridad que debe tener la cuna de tu bebé.



  • Las cunas deben ser resistentes y no deben tener herrajes o tornillos sueltos, barrotes rotos o agrietados ni bordes o puntas afiladas.  

  • La separación entre los barrotes verticales de la baranda no debe ser superior a 6 centímetros.

  • Los largueros deben fijarse bien y por debajo del tendido de soporte del colchón.

  • No debe haber ningún espacio entre el borde inferior de los largueros y el borde superior del tendido de soporte del colchón.

  • El colchón no debe tener más de 18 centímetros de espesor y su cara superior no debe ser blanda.

  • No debe haber más de 3 centímetros entre el colchón y los lados de la cuna, los cuales se miden empujando el colchón hacia uno de los extremos.

  • Cuando el colchón se coloca en la posición más baja, debe haber un mínimo de 66 centímetros entre éste y la parte superior de la baranda.

  • No se deben poner rueditas a la cuna; los niños podrían balancearse hacia adelante y hacia atrás y moverla hacia un lugar u objeto potencialmente peligroso.

  • Se recomienda buscar las partes flojas que podrían soltarse y ahogar al bebé o afectar la durabilidad global de la cuna. Es necesario asegurarse que todas las partes pequeñas estén bien ajustadas para soportar 9 kilos de fuerza, empuje o tracción.

  • Cuando el niño alcanza una altura de 89 centímetros debe ser retirado de la cuna y cambiarlo a una cama toddler o de infante.

Camita Toddler
La Comisión de Seguridad de los Estados Unidos previene del uso de cunas de segunda mano. Dos amenazas comunes encontradas en estas cunas incluyen diseños sobresalientes de la cabecera y el pie de la cuna, o el uso de pinturas que contienen plomo, lo cual provocaría envenenamiento en el pequeño. Esta segunda característica también es encontrada en aquellos fabricantes que gustan de hacer grandes dibujos de personajes infantiles en las cunas.


11 de julio de 2011

PRIMER DIA DEL BEBE EN CASA

El Llanto del bebe que nos despierta durante la noche.
Después de cinco días de nacida mi hija, por fin la doctora le dio de alta y nos dijo que podíamos llevarla a casa, todo por unos problemitas, dicen que comunes, que tubo la bebe de nacimiento, tema que les contare en otra ocasión.
Recuerdo la primera noche que mi bebé durmió en casa. Fue emocionante y a la vez angustiante. No sabía que iba a pasar, finalmente comprobaría lo que todo el mundo dice, que los bebes no dejan dormir y que se levantan varias veces en la noche para darles de comer o para cambiarles el pañal, que hay que estar pendientes de que no se atoren, de que boten su chanchito, de que estén secos y cómodos, etc, etc, etc… tantas cosas tenia yo en la cabeza que sentia que me iba a explotar.

Llegamos a la casa temprano en la mañana, toda la familia esperándonos en la casa para ver a la nueva integrante del clan, tan chiquita y rosadita, con los pelos de punta, espero que mi hija me perdone pero parecía un trol ruso, jajaja, esos pelos daban risa. Durante la tarde después de alimentarla, el primer encuentro con el estrés de ser padres, mi bebe se atraganto y por unos segunditos parecía que no podía respirar, menos mal que mi suegra estaba presente y con tranquilidad tomo a la bebe y con unos golpecitos en su espaldita la hiso eructar, que alivio yo estaba histérica y mi esposo mas morado que la bebe.

La verdad esa noche no dormí nada, pero no fue por culpa de la bebe, ella no se despertó hasta el día siguiente. Fuimos mi esposo y yo que nos levantábamos cada 20 minutos para saber si la bebe estaba bien, era tan tranquilo su sueño que mi esposo chequeaba hasta su respiración, solo le falto comprar un estetoscopio, los hombres son los mas nerviosos. Recuerdo que yo soñaba que la bebe lloraba y eso hacía que me levantara a cada rato.

La bebe se levantó como a las 5 de la mañana para pedir su leche y luego siguió durmiendo. En realidad el comportamiento de mi hijita fue el mismo toda la semana, y el nuestro también. Al menor ruido nos levantábamos para ver que pasaba. Salió tan dormilona que teníamos que alimentarla dormida.

Finalmente comprendimos que nuestra hija ya tenía un horario establecido, y que todo lo que nos habían dicho no era cierto o de repente habían exagerado, supongo que todos somos diferentes y cada bebe tiene su propia forma de ser desde el día que nace. Eso sí, nos costó una semana completa sin dormir comprobarlo, pero bueno, ese es el precio de ser padres por primera vez.